Catarata
Antiguamente existía el concepto de que la catarata tenía que estar “madura” para su tratamiento. Actualmente, debido a los avances en su tratamiento, este concepto no solo es erróneo sino poco conveniente ya que una catarata “madura” puede ser causa de complicaciones quirúrgicas.
Por lo tanto, la cirugía debe plantearse cuando las cataratas causen la suficiente pérdida de visión como para interferir en sus actividades cotidianas. Así, la decisión es personal, sólo el paciente puede decidir cuando es el momento de abrir sus ojos a un mundo claro y brillante.

Causas
La Catarata es la primera causa de ceguera reversible en el mundo y es la cirugía que igualmente mas se realiza y la que mayor satisfacción y buenos resultados ofrece a los pacientes.
La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, que es una lente que se encuentra en el interior del ojo y su función es la de enfocar las imágenes en la retina. Si comparamos el ojo con una cámara fotográfica, el cristalino equivaldría a una de las lentes del objetivo y la catarata representaría el empañamiento u opacificación de dicha lente.
El tipo mas frecuente de catarata es la relacionada con la edad. Su prevalencia es del 50% entre los 65 y 74 años, y del 70% por encima de los 75 años. Las cataratas pueden aparecer en niños o incluso recién nacidos, lo que se conoce como catarata congénita y que debe ser rápidamente tratada para permitir el correcto desarrollo visual del niño.
Otras causas menos frecuentes son traumatismos o perforaciones oculares, enfermedades como las diabetes melitus, exposición a la luz solar sin protección durante tiempo prolongado, algún tipo de cirugía ocular previa y el uso de medicamentos como los corticoesteroides.
Síntomas
El cristalino es el principal mecanismo de enfoque del ojo, con la edad puede volverse opaco y amarillento, apareciendo entonces una catarata, la cual causa disminución de la visión e interfiere en el quehacer diario de nuestras vidas.
Entre los síntomas visuales que producen las cataratas están:
- Visión borrosa que va progresando con el tiempo.
- Disminución en el brillo y color de los objetos, sobre todos los azules.
- Deslumbramiento con la iluminación intensa, en especial en lugares soleados, o por las noches al conducir.
- Facilidad para leer sin gafas cuando previamente eran necesarias.
- Cambio frecuente en la graduación de las gafas.

Como con cualquier operación, la cirugía de las cataratas tiene sus riesgos, como una infección (ocurre en 1 paciente de cada 7 mil intervenciones) o hemorragia intraocular (que es una complicación rara e infrecuente). Antes de la cirugía, el médico le puede pedir que temporalmente deje de tomar ciertos medicamentos que aumentan el riesgo de una hemorragia durante la operación (Aspirina, Adiro, Sintrom).
Después de la cirugía, usted debe mantener su ojo limpio, lavarse las manos antes de tocarse el ojo y utilizar los medicamentos recetados para recuperar la visión más rápido y disminuir el riesgo de una infección. Una infección muy grave podría terminar con la pérdida parcial o total de la visión.
La cápsula posterior que contiene la lente intraocular, con el paso del tiempo, puede opacificarse creando una segunda catarata. Esto puede ocurrir en meses o años después de la primera intervención. Esta opacificación se interviene con láser Yag en régimen ambulatorio. La visión se recupera en las horas siguientes.

Cuando Tratarse
Actualmente el único tratamiento eficaz es la cirugía, y no existen medicamentos, colirios o suplementos dietéticos que puedan prevenir o retrasar su aparición.
Técnica Quirúrgica
Hoy en día, la extracción de cataratas se realiza a través de una cirugía de pequeña incisión (2- 2.75 mm), reemplazando el cristalino opaco (catarata) por una lente intraocular dentro del saco capsular, que permitirá la mayor nitidez en el enfoque de la luz sobre la retina, permitiendo al paciente corregir su defecto refractivo previo con lo que evitará el uso de gafas de graduación para visión lejana. Después de la cirugía dependiendo de la lente intraocular puede o no necesitar gafas para leer o para ver de lejos. Con las lentes intraoculares difractivas multifocales no se necesitan gafas para lejos ni para cerca en el 95% de los casos.
Como Tratarse
Otras ventajas de esta técnica son las siguientes:
· Permite reducir el astigmatismo.
· No requiere sutura o requiere de solo un punto en casos excepcionales.
· Permite el uso de anestesia local o tópica (gotas).
· No requiere oclusión del ojo (sólo unas horas).
· No requiere internación del paciente en el Centro Quirúrgico.
· El paciente experimenta una recuperación visual inmediata (en horas o días).
· Reincorporación a la vida cotidiana en 2 ó 3 días